Volvamos a nuestras Raíces: Parte 2

Por Pr. Isaac Ibarra

Segunda parte

En el primer escrito quise demostrar que nuestro llamado es a la unidad y no a la uniformidad. Y también sentar las bases de que nuestro querido movimiento pentecostal están diverso en asuntos secundarios, pero a la vez tan unido en los puntos primarios, que es imposible que una denominación o cierto sector de este movimiento, aunque tenga una gran cantidad de miembros, se apropie, como dueños y bastión únicos, del movimiento como si fuesen los únicos autorizados para hablar sobre él.

Ahora salta la siguiente consulta cuando hablamos sobre volver a nuestras raíces, y la pregunta de cajón que viene a esto es ¿Cuáles son estas raíces? Para poder definir en el presente cuáles son nuestras raíces, debemos mirar hacia el pasado para ver qué es lo que une a todo nuestro movimiento pentecostal.

Para muchos historiadores el año 1906 es un año clave en la historia del movimiento pentecostal, por lo sucedido en Los Ángeles, California, en la iglesia liderada por William Seymour. El avivamiento en la calle Azusa se centró en la experiencia del Bautismo en el Espíritu Santo y la glosolalia (hablar en lenguas).

Aunque el movimiento pentecostal como tal no nació en 1906, el movimiento en sí es mucho más complejo de lo que inicialmente se piensa. Algunos historiadores consideran que el movimiento pentecostal tiene sus orígenes en el siglo XIX con el Movimiento de Santificación; cuyo énfasis era la separación del mundo y la búsqueda de la santidad. También con el Movimiento de la Fe, situado en el siglo XIX, movimiento que daba énfasis en la fe y la confianza en Dios para la sanidad. Y, por último, el Avivamiento de la Segunda Bendición (1899-1905): un movimiento que buscaba una segunda experiencia de bendición espiritual.

Incluso podemos hacer una trazabilidad hacia el siglo XVIII con el Movimiento Carismático. Este Movimiento surgió en el siglo XVIII en Europa y América del Norte; siendo influenciado por la Reforma Protestante y el Pietismo. Algunas figuras clave fueron: Jonathan Edwards (1703-1758) y John Wesley (1703-1791). Este movimiento se caracterizó por 5 puntos: 1. Énfasis en la experiencia emocional. 2. Renovación espiritual. 3. La «experiencia cármica». 4. La importancia de la fe. 5. Rechazo al formalismo.

Pero lo ocurrido en el Avivamiento de Azusa Street (1906) es considerado un punto de inflexión clave en el desarrollo del movimiento pentecostal, como el catalizador y el modelador de lo que hoy por hoy conocemos el movimiento pentecostal.

Ahora, en Chile también tuvo lugar un avivamiento que cambió la geografía eclesiástica y religiosa de nuestro país, que tuvo réplicas en la educación, economía e incluso en el ámbito social de esta nación. Me refiero al “El Avivamiento de Valparaíso”. Este avivamiento ocurrió en 1909.  A continuación, te presento un pequeño resumen de este. 

En Chile, el avivamiento pentecostal comenzó bajo el pastorado de Willis C. Hoover de la Iglesia Metodista Episcopal de Valparaíso, el pastor de origen norteamericano y llegó al nuestro país como misionero. Hoover, motivado por las noticias que recibía de bautismos en el Espíritu Santo en su país Estados Unidos, en el país de Gales, en Escandinavia, en África del Sur y en la India, empezó con un grupo de cinco hermanos a buscar el bautismo del Espíritu Santo (15 de enero del año 1909).

“En esos días un hermano empleado como vigilante donde construían una casa, y por eso dormía de día, vino al pastor una tarde y le dijo: “Pastor, yo estaba durmiendo en mi casa hoy y el Señor vino y me dijo: “Despiértate, quiero hablarte”. Le dije: Bueno Señor, y me dijo: “Anda donde tu Pastor y dile que llame a algunos de los hermanos más espirituales y que oren todos los días, porque voy a bautizarles con lenguas de fuego”. Le dije: Bueno Señor y ¿puedo yo ser uno de ellos? “Sí, me dijo” y así he venido inmediatamente. Meditando sobre este testimonio, el pastor Hoover escribió, “fue fácil ver que era de Dios como una respuesta directa a nuestras peticiones, que por tanto tiempo habían tenido esa dirección. Así es que se hizo conforme a estas palabras y desde el día siguiente, más o menos el 15 de enero del año 1909, se reunían todos los días en la casa del pastor, a las cinco de la tarde, cinco personas y oramos en turno y nos separamos. El rato de nuestra oración era a veces más o menos largo; el asunto era poner nuestra petición delante del Señor.”

La característica de este avivamiento lo podemos resumir de este modo: Hoover y otros líderes religiosos comenzaron a predicar sobre la importancia del Espíritu Santo y la necesidad de una experiencia espiritual auténtica. La predicación se centró en la santificación, la fe y la búsqueda de la presencia de Dios. Los servicios religiosos se caracterizaron por la emotividad, la música y la oración. Énfasis en la experiencia espiritual y la presencia de Dios. Importancia de la fe y la santificación. Uso de la música y la oración en los servicios religiosos. Participación activa de los creyentes en la adoración y la predicación.

Todo esto contrajo consecuencias tales como: El Avivamiento de Valparaíso marcó el inicio del movimiento pentecostal en Chile. Se fundó la Iglesia Pentecostal de Chile, que se convirtió en una de las principales denominaciones pentecostales del país. El movimiento se extendió a otras partes de América Latina.

Tomando como ejemplo los avivamientos ocurridos en Los Ángeles y en Valparaíso podemos hace un pequeño resumen sobre las similitudes de estos dos eventos. Y se pueden tomar estos mismos puntos y compararlo con cualquier otro avivamiento en la historia nos daremos cuenta que son compatibles.

Bueno, para responder la pregunta inicial, ¿Cuáles son estas raíces?, el movimiento pentecostal en esencia y en base, manifiesta lo siguiente: Énfasis en la experiencia espiritual, Bautismo en el Espíritu Santo, Manifestaciones carismáticasDones espiritualesAdoración emotivaIgualdad y accesibilidadPredicación masiva del evangelio.

Ahora si gusta, podríamos resumirlos en tres aspectos importantes, que engloban a los demás: Santidad, devoción genuina, predicación y estudio de las Escrituras. Todo esto marca las bases de la pentecostalidad a nivel global. Estas son nuestras raíces. Son lo fundamental. Por estas cosas es que vale la pena luchar y trabajar. Todo lo demás es secundario; liturgia, tonalidades, vestimenta. Ya que lo primario va a regular si o si lo secundario. Sin tener claro lo que es realmente fundamental, lo que es secundario se vuelve primordial, y es allí donde se pierde el horizonte, y se emprenden batallas con molinos de viento.

Que nuestro Dios nos ayude a volver a esa búsqueda genuina, desesperante, impaciente y apasionada por vivir la santidad en nuestras vidas. Como decimos lo pentecostales: ¡que volvamos a nuestro primer amor!

P.D.: a continuación, te dejo una breve línea de tiempo de algunos hechos importante del movimiento pentecostal.

Norteamérica

– 1906: Avivamiento de Azuza Street en Los Ángeles, California, liderado por William Seymour.

– 1907: Se forma la Misión Apostólica Fe.

– 1914: Se funda la Asambleas de Dios.

Europa

– 1907: Liderados por Alexander Boddy, se inicia el movimiento pentecostal en Inglaterra.

– 1908: Se funda la Misión Pentecostal Internacional.

– 1911: Se establece la Iglesia Pentecostal de Suecia.

América Latina

– 1909: Avivamiento en Valparaíso, Chile, liderado por Willis C. Hoover y Juan Bautista Navarro.

– 1910: Se funda la Misión Pentecostal de Chile.

– 1914: Se establece la Iglesia Pentecostal Unida de Brasil.